Entre las principales batallas que dieron las representantes de la lista 20 en el consejo del Departamento de Educación en los últimos dos años, hay una que se fundamenta en nuestras propuestas de elecciones anteriores, la de reivindicar y defender mecanismos participativos que permitan profundizar las instancias democráticas de cogobierno. Esto fue interpretado por los consejeros de la otra lista de auxiliares representada en el consejo (lista 25) como una actitud de poner “palos en la rueda”.
Si la rueda de la gestión no giró a mayor velocidad fue precisamente por la oposición de los consejeros de la minoría pertenecientes a los tres claustros. A pesar que algunos encumbrados representantes de la gestión se animaron a sostener: La mayoría gobierna y la minoría acompaña, no llegamos al consejo para acompañar a esta gestión como así nos lo manifestaron los compañeros de la lista 25 en reiteradas oportunidades.
La conformación del último Consejo instaló un escenario adverso para el debate de posiciones y la confrontación político-ideológica. Existen diversos ejemplos, pero quizás uno de los más ilustrativos es el momento que nos opusimos a priorizar en la organización de las áreas la optimización de los recursos humanos y se nos respondió ¡no salgan ahora con el F.M.I y todas esas cosas!
Con la lista 25 podemos acordar en algunos planteos y diferenciarnos en otros, pero los hechos en estos dos últimos años han demostrado que lo que en su momento significó una crítica a nuestra lista, hoy resulta para nosotros una de las principales fortalezas; el haber ejercido resistencia a una rueda de la gestión que se presentó como la oruga de una tanqueta que pretendía avasallar el cogobierno, la trayectoria de ciertos profesores, la palabra de los posicionamientos opuestos, para abrir paso, entre otras, a la posibilidad de reuniones secretas del CDD.
Nuestras intervenciones en el último consejo estuvieron definidas por la composición del mismo, en el próximo esperamos articular voluntades con un mayor número de representantes de los otros claustros a favor de una Universidad Pública, Gratuita y Democrática.
En las elecciones del 28 de noviembre convocamos a los compañeros auxiliares a votar a la Lista 20.
Si la rueda de la gestión no giró a mayor velocidad fue precisamente por la oposición de los consejeros de la minoría pertenecientes a los tres claustros. A pesar que algunos encumbrados representantes de la gestión se animaron a sostener: La mayoría gobierna y la minoría acompaña, no llegamos al consejo para acompañar a esta gestión como así nos lo manifestaron los compañeros de la lista 25 en reiteradas oportunidades.
La conformación del último Consejo instaló un escenario adverso para el debate de posiciones y la confrontación político-ideológica. Existen diversos ejemplos, pero quizás uno de los más ilustrativos es el momento que nos opusimos a priorizar en la organización de las áreas la optimización de los recursos humanos y se nos respondió ¡no salgan ahora con el F.M.I y todas esas cosas!
Con la lista 25 podemos acordar en algunos planteos y diferenciarnos en otros, pero los hechos en estos dos últimos años han demostrado que lo que en su momento significó una crítica a nuestra lista, hoy resulta para nosotros una de las principales fortalezas; el haber ejercido resistencia a una rueda de la gestión que se presentó como la oruga de una tanqueta que pretendía avasallar el cogobierno, la trayectoria de ciertos profesores, la palabra de los posicionamientos opuestos, para abrir paso, entre otras, a la posibilidad de reuniones secretas del CDD.
Nuestras intervenciones en el último consejo estuvieron definidas por la composición del mismo, en el próximo esperamos articular voluntades con un mayor número de representantes de los otros claustros a favor de una Universidad Pública, Gratuita y Democrática.
En las elecciones del 28 de noviembre convocamos a los compañeros auxiliares a votar a la Lista 20.
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