Estudiantes, auxiliares, profesores y amigos, conmovidos por el golpe, nos reunimos el miércoles 4 en el quincho de Luján.
Estas son las palabras de Andrea Blanco, en el día posterior al encuentro:
Queridos compañeros: abrí los ojos hoy con la ilusión de que el dolor habría menguado….sin embargo, su cara, su voz y su presencia me asaltaron y volvieron a llenar el tiempo de lagrimas. Me pregunto hasta cuando?...como saberlo? Solamente en el recorrido del camino esta esa respuesta.
Busco palabras que exorcicen el dolor, busco compartirlas con los compañeros, con quienes la conocimos y tuvimos la suerte de haber recorrido parte de la vida con ella. Me pareció muy buena la despedida que hicimos, a la altura y grandeza de la presencia de Graciela. Necesito agradecerles a todos y cada uno, la dedicación, las palabras, los gestos, las lágrimas, las empanadas, las poesías y el vino. Juntos se hizo mucho mas llevadero, y la única manera de continuarla y trascender su paso por aca.
Sin dudas ha sido tanto lo que nos dejo, nos queda la ardua tarea de agrandarlo, profundizarlo y transformarlo. Flor de compromiso. Las preguntas e ideas van apareciendo: como seguir la materia?, como hacer que su presencia/ausencia este en cada uno de los ladrillos de la universidad?. Entonces, nos encontramos discutiendo, tensionando posiciones, porque no queremos convertirla en algo quieto, ni monumento, ni mito.
Solamente tomando la posta y comprometiéndonos con la lucha
Graciela compartiendo con estudiantes, con auxiliares, con profesores. Como siempre...